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CARACTERISTICAS ECONOMICAS DEL SECTOR TEXTIL

 

El estudio sobre el comercio textil en España recoge información relevante sobre la evolución en los últimos años, la situación actual y las perspectivas futuras.

 

En la actualidad, el sector textil-confección ocupa un buen lugar dentro de la estructura industrial española. Así, la producción alcanza los 11.360 millones de euros, lo que significa el 4% del producto interior bruto. En España da empleo directo a 200.000 trabajadores (Consejo Intertextil Español, CIE - 2007). Además, de este sector dependen indirectamente la ocupación de otros como el químico, el metalúrgico, la informática y la distribución comercial en general, estimándose que cada empleo del sector textil confección lleva asociado indirectamente alrededor de dos empleos en otros sectores.

 

El volumen de negocio (tamaño del sector) es de 17.373 millones de euros, y cuenta con 198.667 trabajadores en España.

En cuanto a las características de las empresas, el 81,8% de ellas tienen menos de 10 trabajadores (DIRCE 2007), distribuidos por todas las comunidades autónomas, aunque con una presencia relevante en Cataluña y Comunidad Valencia, así como en Galicia y Castilla-La Mancha, seguida de Extremadura. En cuanto a los datos de ocupación, destaca la intensidad del empleo femenino, con mayor incidencia en la actividad de la confección, donde la mano de obra es más intensiva.

Por su parte, los datos del Centro de Información Textil y de la Confección indican que las compras del exterior crecen a un ritmo mayor que las ventas. Además, la fortaleza del euro ha acelerado las consecuencias de la liberalización comercial, favoreciendo aún más las importaciones asiáticas.

 

 

 Desde 2000, la producción textil ha sufrido un claro retroceso, explicable en

parte, por la penetración de los productos procedentes, en su mayoría, de Asia.

En referencia al valor añadido bruto, tanto en términos reales como en términos

nominales, éste experimenta desde hace años una caída, fruto del descenso

del valor de la producción, y debido a un aumento del consumo de productos

no nacionales.

 Desde el punto de vista de la inversión, mencionar que una de las características

delsector textil es que se trata de un sector intensivo en trabajo en el que, sin

embargo, conel paso del tiempo y debido a las diversas reestructuraciones que

ha sufrido laimportancia de este factor se ha ido reduciendo considerablemente.

Cuando se habla de inversión se está haciendo referencia a dos tipos de inversión: inversión en I+D+i e inversión en maquinaria y equipos, conceptos ambos que configuran en lo que se denomina inversión tecnológica, la cual creció, desde 1995 a una tasa anual media acumulativa del 2%.

 

La tasa de salarización del sector textil no sólo se ha mantenido en el tiempo, sino queen los últimos años ha experimentado un notable incremento respecto a los añosanteriores. Un dato que se debe tener en cuenta es que la mayor parte de los empleadosen el sector son asalariados. Cabe todavía señalar la existencia de cierto grado de economía informal dentro de éste, que se articula principalmente a través de dos mecanismos: la externalización o subcontratación de actividades a trabajadores que las llevan a cabo de forma domiciliaria, y que, debido a su carácter informal, resulta muy difícil cuantificar, así como el empleo de inmigrantes en talleres al margen de los cauces legales. 

 

FUERZAS MOTRICES

 

La economía internacional, junto con los procesos de mayor liberalización, ha sufrido una serie de cambios que han desembocado en la transformación paulatina y la adaptación de nuestro sector textil.

 

Así, este sector está presentando una elevada innovación y avance a los cambios de temporada, a la evolución de la cultura, como consecuencia de la presión que los exigentes consumidores están reflejando, así como por la penetración de nuevos competidores en el sector. De este modo, esta continua apuesta por la innovación está otorgándole un carácter bastante estable y una dimensión estratégica importante.

 

La industrialización actual, como proceso, presenta ciertas características como la existencia de competidores ya instalados y el hecho de que el mercado está cubierto, con un exceso de producción, altos costes salariales, sociales y de regulación en los países desarrollados, etc. Los nuevos entrantes tienen ventajas competitivas apreciables, por ejemplo, si sus costes son bajos.

Otra fuerza es la oportunidad de usar barreras arancelarias así como de proteger la producción de la importación se ha visto reducida como consecuencia de la continua liberalización. Así, los países en vías de desarrollo combinan las barreras no arancelarias con fiscalidad adicional en forma de aranceles, recargos compensatorios y tasas

 

El sector textil español siempre ha sido un pilar fundamental en el proceso de industrialización, experimentando un gran cambio que podría identificarse inicialmente con una etapa de crecimiento y modernización que más tarde destacaría por una rápida globalización de sus actividades, la cual vino impulsada desde 2005 por la liberalización de los intercambios textiles internacionales. Así, las empresas pertenecientes al sector han tenido que diseñar estrategias que les permitieran mejorar sus capacidades productivas, de diseño e innovación en la producción, y de comercialización de prendas de vestir, con el objetivo final de atender tanto al mercado interno como al externo, consiguiendo incrementar así sus ingresos y la rentabilidad de la empresa. De este modo, han tenido que adaptarse a los cambios en los gustos (lo cual hacen constantemente para poder sobrevivir en el sector) de los consumidores, así como han tenido que modificar la forma de vender los productos, intentando llamar la atención del público con cambios e innovación en la mercadotecnia.

Sin duda, otra de las fuerzas que crean incentivos o presiones para el cambio es la entrada o salida de empresas importantes en el sector.

Por último, es inevitable no relacionar el Siglo XXI con las nuevas tecnologías, y el sector textil como no iba a ser menos se ha adaptado a esta nueva era para mejorar y modernizar las prestaciones de sus productos. Una de las innovaciones principales se da en el campo de la biotecnología, que también se combina con la nanociencia. La biotecnología se sostiene en tres pilares fundamentales: el tratamiento biológico de los residuos generados en las plantas industriales, tejidos procesados con la ayuda de enzimas y dispositivos biológicos acoplados a un sustrato textil. Una de las técnicas con más proyección en cuanto a la investigación en el ámbito textil es la tecnología encimática, la cual ha dado lugar a la obtención de biofibras y nuevos acabados textiles, como por ejemplo la cáscara de arroz, residuo que se podrá emplear como fuente de enzimas para el blanqueo y tintura de tejidos.

 

No menos importantes es la aparición de los materiales inteligentes y multifuncionales en nuevos nichos de mercado dentro del ámbito textil. Estos materiales o textiles son capaces de modificar su naturaleza a través de la recepción de estímulos externos, físicos o químicos, que alteran alguna de sus propiedades generando algún beneficio en el usuario final.

Estos nuevos tejidos funcionales se clasifican en: termoactivos (que reaccionan al calor), bioactivos (son beneficiosos para la salud), fotoactivos (sensibles a la luz) y electroactivos (debido a una corriente eléctrica).Estos ejemplos son un reflejo de lo interesante y diverso que se está convirtiendo el mercado textil y el emergente mercado de los textiles inteligentes y funcionales.

 

También es destacable la denominada Generación Y (o generación del siglo XXI), que sin duda es la más interesante de analizar dado que representa el futuro del mercado adulto. Las familias monoparentales han ido en crecimiento, destacando también la ausencia del ‘ama de casa’ por la incorporación de la mujer al trabajo, por ejemplo. Pero lo más llamativo es la influencia de los nuevos medios de comunicación: móviles e Internet. La velocidad de la información hace que los jóvenes sean, a la vez, más independientes y sus gustos más cambiantes. Entramos en una época de “prosumismo”, en la que no se trata de comprar objetos sino de comprar con un objetivo preciso y de modo proactivo

 

Las 5 fuerzas de Porter.

Poder de negociación de los Compradores o Clientes

 

Los consumidores pueden tener un cierto poder de negociación cuando están muy concentrados, asociados en grupos grandes o cuando compran cantidades muy importantes de los productos o servicios ofrecidos por una empresa.

En el caso del sector de la distribución minorista de ropa, no podemos decir que los consumidores tienen mucho poder. Ningún cliente de alguna de las marcas de Inditex por ejemplo, tiene un peso significativo en comparación con la producción total de la empresa. Por otra parte, los consumidores rara vez se asocian en grupos grandes, realizan las compras de manera individual.

Poder de negociación de los Proveedores o Vendedores

 

La capacidad de negociación de los proveedores depende de las características del sector, tales como el número de proveedores, su importancia en la cadena de valor o su concentración. Basándonos en estos criterios, podemos decir que el poder de negociación de los proveedores en el sector de la moda es bajo. De hecho, la industria textil se caracteriza por proveedores que suelen estar vinculados a las decisiones de los compradores a través de las funciones de diseño y comercialización, ambas internalizadas en la organización de las grandes cadenas de distribución.

Supone un menor poder de negociación para los proveedores de esta industria: la baja diferenciación en la mercancía ofrecida para este tipo de productos, la elevada cantidad de proveedores existentes que compiten entre sí a nivel global por suministrar la mercancía a este tipo de empresas, y el bajo coste de cambio que puede suponer cambiar de proveedor.

Por otro lado los proveedores cada vez más informados sobre las necesidades de las distintas y numerosas empresas a nivel internacional y el elevado volumen de ventas que realizan a ciertas empresas los convierte en elementos determinantes para ellas debido a la gran cantidad de materia prima que demandan, les confiere cierto grado de poder de negociación.

 

Barreras de entrada

 

La llegada de nuevos jugadores suele estar condicionada por la existencia o no de barreras de entrada, tales como patentes, economías de escala, requisitos de capital importantes, costes de transferencia, acceso a la distribución, las políticas gubernamentales, etc.

  •  La diferenciación del producto también supone una barrera de entrada que favorece la posición de las marcas asentadas en sector, ya que los productos que se ofrecen en las distintas tiendas del grupo gozan de una determinada clientela fiel a sus marcas, acostumbrada a comprar en ellas, que complica su captación por parte de los competidores potenciales.

  • Los canales de distribución limitados y ya negociados por las empresas existentes también suponen una traba ante los posibles nuevos ingresos.

  • Son especialmente importantes las barreras de salida que se encuentra un grupo empresarial como Cortefiel, tanto por las interrelaciones estratégicas existentes entre sus empresas como por la pérdida de imagen que puede suponer su cierre. Estas barreras le impiden salir con facilidad incrementándose por tanto esta rivalidad.

  • La elevada cantidad de competidores diversos de diferente procedencia y los intereses estratégicos comunes entre los rivales, como puede ser un mayor volumen de ventas, la política expansiva de negocio o incluso la tendencia a volcarse más en el mercado femenino, son motivos que unidos a todos los anteriores, constatan esta elevada rivalidad existente en el sector de la distribución textil.

 

Por lo general, las empresas textiles son empresas grandes que se benefician de economías de escala, contratos atractivos con los proveedores, y de la curva de experiencia que les da cierto know-how. Ahora bien, el desembarco de jugadores internacionales en el mercado nacional sí puede representar una amenaza a tomar en consideración. Así pues, según el artículo del 20/12/2009 publicado por Expansión, el último en anunciar su desembarco en España ha sido Uniqlo, una marca especializada en moda joven a precios asequibles, y que compite en otros mercados directamente con Inditex y H&M. Según Expansión, la caída de los alquileres de locales comerciales está propiciando que el grupo japonés, que cuenta con 870 tiendas en su mercado doméstico, considere el momento perfecto para tomar posiciones en España. Según se puede saber, la empresa, que abrió con gran éxito su primera tienda europea en París en septiembre, busca ubicaciones para instalarse en Madrid y Barcelona a lo largo de 2010. Por otra parte, GAP ha anunciado un plan de desarrollo ambicioso en Europa, incluyendo España, para el 2010, con el fin de contrarrestar el descenso de sus ventas en EEUU. Así, 2010 podría ser el año del desarrollo en España de la 2ª mayor cadena de distribución de moda del mundo, y el desembarco de 6ª más importante (Uniqlo, después de Inditex, GAP, H&M, United Brands y Next).

Productos Sustitutivos

 

En el caso de la industria de la moda, hablaremos de marcas de sustitución más que de productos de sustitución, ya que no estamos analizando un producto en particular, sino el surtido completo de una marca.La amenaza de productos sustitutivos es insignificante ya que hoy en día no existen otros tipos de productos que cubran esa necesidad

Debido a sus características, algunos productos están más sujetos a la sustitución de otros.

Las características principales de los productos con mayor grado de sustitución suelen ser:

  • productos con ciclos de vida cortos,

  • productos con una evolución hacia una mejora de la relación calidad/precio,

  • y productos con altos márgenes comerciales.

En la industria de la moda, estas tres características están a menudo presentes. De hecho, debido a la externalización de la producción en países low-cost, las marcas compiten cada vez más agresivamente en mejorar la calidad-precio de sus productos, ofreciendo a los compradores todo un abanico de posibilidades a la hora de comprar. Por otra parte, las marcas tienen por lo general productos con ciclos de vida muy cortos, siguiendo las tendencias que tienden a cambiar rápidamente. Finalmente, los márgenes comerciales de este sector pueden llegar a ser bastante altos, sobre todo cuando la marca es fuerte. Por lo tanto, podemos concluir que la amenaza de sustitución es relativamente alta y es un factor que no puede ser descuidado.

Competidores potenciales

 

En muchos casos, este componente central del modelo de Porter es el principal determinante de la competitividad de la industria. En el sector de la distribución minorista de ropa, la competencia entre rivales es muy alta. Pueden competir agresivamente en precios así como en otras dimensiones como la calidad, el diseño, la innovación o el marketing. La distribución textil es un sector altamente competitivo en el que como gran ejemplo Inditex se enfrenta con empresas globales (H&M, Benetton…), cadenas nacionales que también operan fuera de España (Mango, Adolfo Domínguez, Cortefiel), y pequeñas tiendas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Este gráfico nos permite hablar de los competidores que se encuentran integrados en el sector textil, detallando cómo es la rivalidad entre los competidores más directos y también cómo es la rivalidad entre distintos grupos. Del mismo modo, nos permitirá detectar cuáles son los nichos de mercado (o segmentos vacíos), o sea, aquellas zonas que presentan oportunidades de negocio. 

Así, existe una clara diferenciación de las empresas que se sitúan en la parte del gráfico que destaca como zona de calidad baja y ropa casual, donde encontramos empresas de la altura de Primark, Lefties, C&A, Kiabi, Carrefour y Shana. 

Otro grupo destacable es el de empresas que presentan una calidad media/media-alta y que destacan por ropa casual-formal, en el cual se incluyen Desigual, Springfield, Blanco, H&M, Mango y Bershka, presentando ciertas diferencias entre ellas sobre todo en lo referente a calidad.

Por otro lado, destaca un grupo por encima de éstos ya mencionados, en el cual se presentan empresas con productos que oscilan entre moda formal y moda destinada a eventos especiales pero que, sin duda, se diferencian por la alta calidad de sus productos. Así, entre otras destaca Lacoste, Cortefiel, Adolfo Dominguez, Carolina Herrera, Massimo Dutti, Chanel, Paloma Blanca, Rosa Clará y Pronovias, algunos de los cuales (como se puede observar en el gráfico) tienden más bien a presentar una moda destinada a eventos especiales (más que ropa formal).

Otro de los grupos estratégicos destacables es el perteneciente a ropa de lencería y, en cierta medida, de hogar, las cuales presentan de forma más o menos uniforme una calidad media-alta. En este grupo destacan Intimissimi, Women’ Secret, Oysho y Zara Home, ésta última destacando por presentar tan sólo ropa de hogar.

En cuanto al sector del deporte, podemos observar una amplia gama de calidades. Así, en este segmento destaca Sprinter (como calidad media-baja), Base Activa (calidad media), Decathlon (calidad media-alta) y por último Adidas (calidad alta).

Por último, haciendo referencia al sector de la moda destinado a niños, destacan diferentes empresas, donde destacan Kiabi (con ropa de baja calidad), Charanga (calidad media) y finalmente Zara Kids (calidad media-alta).

En este caso, es importante hablar de los posibles cambios de grupo. Como ya adelantamos anteriormente, las barreras de movilidad en el sector textil son prácticamente inexistentes ya que, a pesar de que las posibilidades de segmentación son amplias, las empresas pueden moverse entre segmentos sin ningún tipo de dificultad, según la situación presente. Por lo tanto, es posible que se produzcan cambios de grupo sin grandes dificultades. Además, a ello ayuda también la posición que las empresas han conseguido ya adoptar, haciendo que sea más fácil adoptar dichas modificaciones en el gráfico.

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